viernes, 18 de enero de 2008

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Hong Kong

Kunming (China)

Bahía de Halong (Vietnam)

Phu Quoc (Vietnam)

lunes, 14 de enero de 2008

Saigon Ciudad Ho Chi Minh



Penultimo dia de viaje. Estamos en Ciudad Ho Chi Minh o Saigon. Hoy, para aprovechar el poquito de tiempo que nos queda aqui, hemos recorrido el centro de Saigon a pie, cosa que no es nada facil con tanto trafico. Hace mucho calor, el sol parece mas rojo y mas grande al atardecer. En la ciudad todavia se pueden ver algunos edificios de la epoca colonial francesa, entre la nuevas y anarquicas construcciones modernas. Hay muchos cafes elegantes, hoteles de lujo, restaurantes y la ciudad se muestra como la verdadera capital economica del pais. En todo caso, como en todas estas ciudades del sudeste asiatico, la dicotomia entre la pobreza y la riqueza es muy acentuada, se codean las tiendas de Louis Vuitton con un puesto callejero donde por unica mercancia una senora asa un sola mazorca de mais. No obstante, Vietnam no es un pais donde los ricos son muy ricos y los pobres muy pobres. No se ve a la gente pasar hambre, no hay miseria, hay comida en abundancia, muchas escuelas, y la poblacion vive de un modo bastante homogeneo.
Manana regresamos a Madrid. Son ya seis semanas desde que aterrizamos en Hong Kong, cuarenta dias de un viaje muy intenso, desde las brumas de Guillin, los cielos azules de Yunnan, la niebla sobre la bahia de Halong, el chaparron de Hoi An y el sol en las playas de Phu Quoc y Mui Ne. Muchos kilometros : aviones, trenes, autobuses, moto-taxi, barcos, bicicletas, jeeps, barcas de junco y nuestras piernas. Muchas impresiones, imprevistos, aventuras y ninguna desventura. Muchos sabores, olores y colores. Hemos pasado frio, calor, nos hemos maravillado, nos hemos relajado y hemos perdido a veces los nervios. Hemos aprendido a decir hola-gracias-adios en cantones, mandarin y vietnamita. Hemos viajado.







sábado, 12 de enero de 2008

Las dunas de Mui Ne




Estamos apurando los ultimos dias en Vietnam viviendo el veraneo que no podemos tener en Europa por nuestros trabajos. Vamos del bungallow a la playa, de la playa al bungallow, damos grandes paseos a orillas del mar y por la noche nos damos grandes atracones de pescado a la barbacoa. Si bien Mui Ne es mas caro que el resto del pais, sigue siendo extraordinariamente barato. Nos comemos unas gambas a la parrilla tan grandes como langostas y siempre pedimos un "red snapper", una especie de mero rojo recien pescado con una carne fina y sabrosa. Acabamos las veladas tomando unos cocktails a la luz de unas antorchas sobre la arena, casi solos y bajo un cielo con constelaciones desconocidas.

No hay mucho mas que hacer por estos lugares asi que hoy hemos alquilado una jeep con chofer para llegar hasta las dunas. Esta parte de Vietnam goza de un microclima muy seco que le confiere un aire casi africano. Es una costa aun bastante salvaje rodeada por un paisaje desertico. Llegamos hasta unas grandes dunas de arena blanca, aun asi, este sahara en miniatura esta rodeado por lagos y agua. Tras una caminata dura por la arena y con el sol pegando fuerte, nos encontramos en medio de un paraje insolito en este pais humedo y verde. No sabemos cuanto van a durar estas maravillas geologicas ya que se puede acceder a ellas sin ningun tipo de barrera, hay ninos alquilando trineos de plastico para que los turistas desciendan por las pendientes y en algunas, las de color rojo y que se encuentran mas cerca de un pueblo de pescadores, la gente no parece tener consciencia de la fragilidad de este tipo de paisaje. Manana nos dedicaremos a descansar lo maximo que podamos ya que el lunes nos espera la vuelta a Saigon y el martes tenemos una cuantas horas de avion de regreso a Madrid via Qatar.

jueves, 10 de enero de 2008

Mui Ne




Aunque en el mapa no parecen estar tan lejos, se tardan unos dos dias para llegar desde Phu Quoc a Mui Ne. Volvimos a cruzar el delta del Mekong e hicimos noche en Saigon (Ciudad Ho Chi Minh). La llegada a la ciudad mas importante de Vietnam fue tranquila, ya que tomamos todas las precauciones y teniamos una buena direccion de una pension que nos habia recomendado una pareja sueca que conocimos en la isla, devolviendonos asi el favor de haberles encontrado nosotros alojamiento en Phu Quoc. La My My Art House es una pequena pension familiar en el distrito 1, en pleno centro, moderna y funcional y muy llevada por la simpatica duena, una mujer de unos treinta anos que no para de hablar. Alli se puede hacer todo, tramitar billetes de autobus, cambiar dinero a un cambio aceptable y te recomiendan buenos sitios para cenar. No hay enganos y es muy de agradecer en la metropoli vietnamita que sobrecoge nada mas llegar. Con unos 6 millones de habitantes (otros dicen que 15), con grandes avenidas, una vida trepidante con mucho ambiente nocturno, luces y neones, la ciudad se extiende como si fuera un gran mercado inabarcable con decenas de miles de tiendas de todo tipo. El trafico es por supuesto caotico, las motocicletas, los coches, los camiones saturan las calles. Conserva un trazado capitalino afrancesado con bonitos edificios coloniales y muchos parques, bulevares arbolados y paseos para el peaton, algo inaudito en el concepto de ciudad vietnamita. La chica de la pension nos recomendo un restaurante "The temple" donde se come muy bien en una terraza agradable. La comida, una vez mas, es lo mejor de este pais que ya nos resulta agotador, poco seguro y donde alguna gente te hace dificil el que disfrutes de las cosas con tranquilidad. Es imposible coger un taxi sin acabar peleandote con el, las agencias de viaje no son nada de fiar, las motos te persiguen en cada esquina para insistir en llevarte y "ayurdarte" cuando no hace ninguna falta. Como tampoco es un pais tan espectacular como otros que visitamos, uno acaba muy cansado y el viaje resulta a veces pesado y a menudo decepcionante. No es una impresion personal, solo basta ver las caras cansadas e irritadas de los viajeros que nos encontramos. Intercambiar experiencias es sobre todo hablar de los timos, de lo cansinos que son a veces los vietnamitas intentando marearte para sacar provecho. Se pierde mucho tiempo luchando y es una pena, al final hay que optar por ser antipatico y mantenerse muy firmes para hacer lo que a uno le viene en gana.

Llegamos a Mui Ne y claro, como no podia ser de otra forma, nos intentaron enganar.Ibamos sobreavisados, ya que cogimos un medio de transporte muy popular y barato entre los mochileros : el "open Bus" Era la primera vez que lo cogiamos porque se llega a Mui Ne desde Saigon de manera muy rapida y barata. Se trata de una red de autobuses baratos casi exclusivamente orientados a los turista, salen de los barrios turisticos y no hacen paradas en todos los pueblos. El unico problema es que te dejan en una agencia de viajes en vez de en una estacion de autobus. Suelen estar estrategicamente situadas para que uno no sepa donde esta y tiene que confiar con ellos para encontrar un alojamiento. Te llevan y te aconsejan exclusivamente los sitios que les dan comision, mientiendote diciendo que los sitios donde quieres ir estan ocupados, realizan falsas llamadas a los hoteles que les pides y como uno esta cansado del viaje...pica! Queriamos ir a una zona de la playa pero fueron todo negativas y estratagemas para que acabaramos donde no nos apetecia nada. Alquilando una bici y tras veinte minutos solos, descubrimos que habia muchos mas sitios, mejor situados y mucho mas baratos. Es su forma de amortizar el bajo coste del transporte.

Encontramos por nuestra cuenta un bungallow muy chulo, a pie de playa y en un entorno ajardinado y silencioso. Mui Ne es una gran bahia de arena con una playa muy ancha, bordeada por cocoteros y en un entorno casi desertico con grandes duna de color rojo. Lo llaman el sahara asiatico, el clima es muy soleado y seco, abundan las plantaciones de "Dragon Fruit" una fruta tropical que crece en un cactus. Podria ser un lugar muy bonito si no fuera por las construcciones anarquicas de multiples resorts que impiden que se vea la playa o el mar desde la carretera o el pueblo. Con suerte, nuestro bungallow tiene un acceso directo. A pesar de todo ello, la playa es tan grande que no sientes la masificacion que han intentado crear. Por la mananas, el viento no sopla y el mar esta tranquilo, por las tardes se levanta el aire y la marea sube y se forman olas que son ideales para el windsurf o el Kitesurf, una modalidad que consiste en montar una tabla llevada por un parapente. Nosotros, preferimos banarnos sin mas y disfrutar de la excelente temperatura del agua.Una cosa que nos ha extranado es que Mui Ne esta lleno de turistas rusos, hay carteles en ruso por todas partes y ensenan aqui su poderio y ostentacion. Debe de ser por los antiguos lazos entre la antigua Union Sovietica y los paises comunistas.
Hoy hemos alquilado una bici y hemos descubierto unos paisajes muy bonitos en el cauce del Rio de la Hadas que nace en unas dunas y llega tenido de rojo, caliente y poco profundo al mar. La erosion forma pequenos canones y el riachuelo riega un oasis donde van a pacer las vacas. Ibamos a acercarnos a las grandes dunas rojas y blancas que divisamos en el horizzonte pero hace mucho calor para ir pedaleando asi que el sabado alquilaremos un jeep con chofer para que nos lleve alli al atardecer.















lunes, 7 de enero de 2008

Atardeceres en Phu Quoc





Ahi van algunas fotos de Phu Quoc. El mar esta muy tranquilo, cada dia mas transparente y los atardeceres preciosos. Hemos recargado las energias y manana volvemos a la peninsula Indochina de nuevo, pasaremos por Saigon y terminaremos el viaje en otra playa : Mui Ne, un lugar que nos habiamos saltado para llegar al sur y que tiene muy buena pinta : dunas de arena y palmeras. Patricia y Lidia se van a quedar en Phu Quoc ya que tiene su vuelo de regreso a Madrid antes y no les queda mucho tiempo. Nosotros tenemos el regreso previsto el 15 de enero con lo que aun nos quedan algunos dias de playa y relax para enfrentarnos a la cuesta de enero.

sábado, 5 de enero de 2008

Long Beach (Phu Quoc)




Dias de playa en Phu Quoc. Esta tranquilisima isla se difruta dejando el tiempo pasar. Nos pasamos el dia banandonos, viendo como declina el dia y como cambian los colores. El sol se alterna con las nubes y cuando para el viento hay miles de sonidos de insectos y animales. Hemos alquilado una moto para ver otra playa mas al sur de la isla, pero casi no hace falta moverse, uno puede disfrutar perfectamente quedandose en su trozo de playa, yendo de la cabana al chiringuito. El interior de la isla es boscoso y con mucha vegetacion tropical, los pueblos se unen a traves de polvorientos caminos de tierra roja donde merodean manadas de perros de lengua azul, una raza autoctona de Phu Quoc que segun se cuenta han acabado con algunas especies salvajes ya que son utilizados como perros de caza y guardianes por los habitantes, a pesar de su apariencia agresiva son muy carinosos cuando te conocen.
Por la manana, los pescadores descargan sus redes llenas de pescado fresco que se consume en el dia en los diferentes restaurantes de la playa de Long Beach. Es una lugar apacible y agradable, aunque el tiempo sea muy cambiante y no sea facil tener un dia entero de sol a pesar de ser la estacion seca.



jueves, 3 de enero de 2008

Phu Quoc


No ha sido facil llegar hasta aqui a la isla de Phu Quoc. Salimos espantados por la lluvia que no paraba de caer en Hoi An y cogimos un tren de 15 horas para Saigon. Era Nochevieja e hicimos acopio de viveres en Dannang, la ciudad donde estaba la estacion. Dannag es una ciudad muy fea, sucia, la tercera del pais pero sin ningun interes al menos que uno tenga realmente ganas de comprobar los beneficios de este estado comunista en los anos posteriores a la caida del muro. Es decir : desigualdades mayores que en cualquier otra nacion, una absoluta falta de solidaridad entre ellos y unas caras duras y exentas de ilusion. Nosotros si que teniamos todavia un poco de ilusion en avanzar hacia el sur y nos divertimos un rato comprando cosas en un supermercado horrible y contemplando la ultima moda de los habitantes de este extrano pais, llevar casco conduciendo motocicleta (y de eso saben mucho) es obligatorio desde hace unas semanas, asi que lo estan cumpliendo hasta las ultimas consecuencias, se pueden quedar horas con el casco puesto : comiendo, paseando, esperando a familiares en los andenes de la estacion, sentados dentro del tren ( a sabiendas que el trayecto Hanoi- Saigon es de unas pocas 40 horas). Tambien les encantan los pijamas a las senoras, se lo quedan puesto hasta mas o menos hasta las once de la manana y se lo vuelven a poner a las cinco de la tarde en cuanto anochece. Pasadas las seis de la tarde, o sea tardiiisimo, las camareras ya estan en pijama y a veces con el casco puesto.
Dentro de nuestro compartimento de litera dura, nos preparamos una cenita con queso, una ensaladita muy rica, pates y un par de botellas de vino. Brindamos prontito y cruzamos la delgada linea entre 2007 y 2008 entre suenos mecidos por compas del tren. La linea de la "reunificacion" que une Hanoi con Saigon fue inaugurada despues de la victoria del Viet Cong y los vagones no deben de haber cambiado mucho en estos ultimos 30 anos. Aun asi, no es nada desagradable, tiene un cierto toque romantico y se llega mas o menos descansado y a la hora.


Llegamos a Saigon a las cinco y media de la manana, la ciudad se despertaba y no parecia que estuviera de resaca, las motocicletas llenaban ya las avenidas en todas las direcciones. Fuimos de los primeros en llegar a la estacion de autobuses para ir a Rach Gia. Salia uno a la siete, lo justo para desayunar unas porras y un cafe. Nos toco un minibus de 10 personas para cruzarnos todo el Delta del Mekong. El conductor tenia que cubrir el trayecto en seis horas y lo hizo pisando el acelerador como un poseso, adelantado a todo lo que se ponia delante y saltando por encima de los baches sin consideracion alguna por los pasajeros que llevaba, y nosotros detras maldiciendo una vez mas a los vietnamitas. Cruzamos arrozales, decenas de brazos del Mekong, rio que conocemos bien que hemos cruzado muchas veces en Tailandia, Birmania, Laos y nos volvimos a encontrar en su desembocadura. Podria ser un paisaje bonito si no fuera por la suciedad que bordea toda la carretera, la fabricas de cemento, ladrillos, los vertidos en el rio, las bolsas de plastico volando entre el polvo y las miles de banderas rotas de Vietnam que jalonan la carretera exaltando un orgullo nacional trasnochado.
Llegar a Rach Gia tampoco mejoro mucho las cosas, si bien hacia sol en Saigon, el tiempo se habia vuelto a cubrir. Hacia calor y bochorno. Esta pequena ciudad costera, prospera por su puerto y el contrabando de mercancias por su situacion cercana a la frontera Camboyana, no es tampoco ninguna maravilla. Como siempre, nos asaltaron en la estacion de autobuses, diciendonos que no habia ferries hasta el dia siguiente, ofreciendonos sus hoteles y todos los horarios de barco menos el que finalmente cogimos o el que si hubieramos tenido tiempo de coger. Bien es verdad que solo se puede saber los horarios de los ferries una vez llegados al puerto, ni en la Lonely Planet (de utilidad cero y nula para este pais, falta informacion, esta mal redactada y no ayuda) ni en ninguna oficina de turismo saben nada. Nos deshicimos de un pesado que no nos dejaba en paz a gritos y cogimos los billetes para la manana siguiente. Tuvimos que dormir en una pension espartana y feilla pero correcta. Cenamos fatal y nos despertaron unos altavoces que levantan a toda la ciudad a las cinco en punto con propaganda politica, himnos marciales y lo que es peor, entre consigna y consigna, una cancion de Celine Dion!
Como no podia ser de otra manera, cogimos el barco y nos toco una tormenta bestial. Distribuyeron pastillas contra el mareo que a algunos no parecieron hacerles mucho efecto ante la masiva demanda de bolsas de plastico durante la travesia de tres horas que, nosotros, aguantamos agarrados a la butaca.
Finalmente llegamos a la isla de Phu Quoc un poco trastocados y nada dispuestos a que nadie nos mareara mas. Cogimos a un senor que esperaba a los turistas despitados en el muelle, nos metimos en su furgoneta que no abandonamos hasta que no nos buscara un alojamiento. Como aqui hay pocos hoteles y ya que todos los vuelos estan llenos hasta finales de enero, teniamos que acertar rapidamente. Asi fue, estamos en unos bungalows cerca de la playa, en un complejo que no esta terminado, pero es muy tranquilo. Los llevan una familia que hasta ahora parece de fiar. Hay un chiringuito muy cerca que sirve muy buena comida y es muy agradable, en frente del mar. Hace calorcito aunque el cielo esta cubierto la mayor parte del dia. Las previsiones meteorologicas no son muy halaguenas, se supone (segun la Lonely) que estamos en la epoca de cielos azules y aguas transparentes : queda por comprobar si es asi. El mar si esta tranquilo y caliente y nos podemos banar a todas horas. Aunque el cielo este encapotado, estamos ya bronceados tras solo un dia completo de playa. La isla podria ser un lugar paradisiaco, tiene una larga playa de arena de unos veinte kilometros, vegetacion densa y verde... pero esta muy descuidada, es una antigua base militar y es reclamada por Camboya ya que se encuentra mas cerca de sus costas que de Vietnam.
Hace unos anos fue declarada parque natural y desde entonces ha empezado a ser conocida. Los habitantes de la isla parecen ajenos a este pequeno "boom" turistico y siguen viviendo de la pesca y de una fabrica de "Nuoc Man", la salsa de pescado predilecta de la cocina vietnamita. Aqui el marisco y el pescado son realmente exquisitos y no nos parece mal sitio para quedarnos tranquilos unos dias despues de tanta lucha en este pais.

domingo, 30 de diciembre de 2007

Hoi An






Llegamos ayer a Hoi An en apenas dos horas de tren y nos parece que hace una eternidad. En tan solo dos dias, nos hemos topado con una serie de dificultades propias de esta epoca del ano. Hoi An es una ciudad muy bonita, antigua, pequena, con personalidad, gastronomica, especial...pero muy concurrida! Muchos viajeros parecen haber elegido este lugar para pasar el fin de ano. No sabiamos muy bien si quedarnos por aqui o seguir hacia una playa mas abajo. Habiamos reservado una habitacion desde Hue y nos vinieron a buscar. No nos gusto nada. Era una pension sin ningun encanto, oscura, algo sucia y muy ruidosa. No costaba casi nada pero Vietnam es tan barato que si cuentas con algo de presupuesto te puedes permitir vivir muy bien y tener todo el confort a precios mas que razonables. Decidimos buscar otra cosa y nos pateamos toda la ciudad en busca de algun hotel que nos gustara. Pero no quedaba ni una sola habitacion libre, ni bueno ni malo. Perdimos mucho tiempo, pasando calor y algo desesperados hasta que nos resignamos y volvimos a la pension, pero... la habitacion ya habia sido ocupada y solo quedaba una, todavia sin limpiar y aun peor. Pero bueno, ante la situacion y viendo pasar otros turistas en la misma situacion, dijimos que si. Hartos, sudados y con ganas de tomar el aire,nos alquilamos unas bicis. Pedalear siempre relaja y esta ciudad tiene unos rincones muy agradables : galerias de arte, un rio, restaurantes, ese toque colonial afrancesado... Nos tomamos el primer cubata de todo el viaje para reconfortarnos... y nos lanzamos a la busqueda de un hotel, nos queriamos rendirnos. Finalmente, el efecto balsamico del ron nos devolvio un poco de suerte y encontramos una super habitacion con balcon, piscina,jacuzzi,frutas por 28 euros...Perfecto para pasar el fin Nochevieja a tutiplen! Cenamos con Lidia y Patricia en un restaurante exquisito, probando las especialidades locales que son realmente de la mejor gastronomia que nunca hemos probado en Asia. Endaladas de papaya, flor de banano, pescado al caramelo, calamares rellenos de cerdo y hierbas aromaticas, las "rosas blancas" - gambas envueltas en papel de arroz al vapor... Todo ello regado con buenos vinos franceses que iluminaron nuestras conversaciones: maravilloso! y tan barato!


Dormimos tan ricamente hasta que nos desperto una intensa lluvia. Terror! Los monzones no se han ido y nos encontramos la hermosa Hoi An encharcada y coloreada por los impermeables que cubrian a los habitantes y sus bicicletas de la cabeza hasta los pedales. Nos refugiamos en el buffet del hote para desayunar viendo como el chaparron golpeaba la piscina. Parece que aqui no se puede hacer planes ni a corto plazo. Cada dia surgen contratiempos y luchas contra los imprevistos.
No habiamos terminado ni el cafe cuando la chica de la recepcion, que el dia anterior nos habia reservado el hotel hasta el 1 de enero vino para decirnos que se habia equivocado. Solo tendriamos la habitacion hasta el dia de manana, el 31 de enero. Nos vimos otra vez en la calle para Nochevieja aunque se comprometio a buscarnos un alojamiento. Empapados en nuestras bicicletas, nos fuimos a la oficina de turismo y reservar lo que sea para proseguir el viaje. Teniamos intencion de llegar en breve a una isla, muy al sur, lejos de los monzones, a la frontera con Camboya. Ya habiamos preguntado los precios hace unos dias y habia plazas. El dia se habia levantado oscuro y era un mal presagio : no quedan vuelos hasta el 20 de enero! Viendo como la providencia nos echaba un toque de atencion, nos replanteamos por completo el viaje. Vimos y rebuscamos todas las posibilidades, teniendo en cuenta nuestras ganas de playa, mar transparente y sol. La unica forma de llegar a las playas paradisiacas que tanto ansiamos despues de tanto camino desde China es pasar olimpicamente de la Nochevieja e ir en tren hasta Saigon para coger un autobus cruzando el delta del Mekong y tomar un barco hacia la isla de Phu Quoc. Hicimos caso a las cancelaciones del hotel, el mal tiempo y estas pequenas dificultades que parecen decirnos : venga, iros ya de aqui! Los cuatro, totalmente deacuerdo y sin perder el humor decidimos comprar unos billetes de tren nocturno desde Hoi An a Saigon manana 31 de diciembre (quedaban unas literas por los pelos, eso si duras!) Cambiaremos de ano viajando en nuestro compartimento, hemos comprado vino frances para brindar.
A pesar de tantas luchas y decisiones de ultima hora, hicimos lo que mejor se puede hacer en una region tan gastronomica. Esta tarde nos apuntamos a una clase de cocina vietnamita! Nos llevaron al mercado para ensenarnos los productos y para que supieramos distinguir las hierbas y los aromas tan genuinos a los ingredientes que nos tocaria cocinar despues. Fuimos en barco hacia un restaurante sobre pilotes de madera y un profesor nos dio una leccion magistral. Despues de cada demostracion, teniamos unos hornillos preparados para que lo pudieramos realizar. Ha sido realmente una tarde muy agradable e interesante. La cocina vietnamita es muy sofistacada. Como cabe imaginar, no comimos lo que preparamos, no es facil acertar a la primera. Despues de la clase, nos sirvieron los mismos platos pero perfectamente cocinados : Pina rellena de sepia y verduras, nems frescos, papel de arroz, Cao Lao (una especie de crepe de arroz y hierbas), rollitos de pescado con salsa etc.
Hasta el 2 de enero estaremos viajando sin parar por lo que no podremos escribir. Aprovechamos estas lineas para desearos a todos un muy feliz 2008. Leemos vuestros mail y comentarios, nos alegran muchisimo el corazon.



jueves, 27 de diciembre de 2007

Hue





Coger un tren en Vietnam es una bonita forma de hacer muchos kilometros en una noche y de vivir a la vez una experiencia muy viajera y trotamunda. Como no habia mas literas "blandas", tuvimos que hacerlo en litera dura en un compartimento de seis camas. Tuvimos suerte porque viajaron con nosotros una pareja, una italiana y un aleman muy majos con quienes compartimos las galletas que habiamos comprado antes en un supermercado de Hanoi. Los trenes vietnamitas son muy sencillos pero se puede descansar bien, eso si haciendo gimanasia para acceder a la literas superioresy tapando bien el aire acondicionado con papel de periodico ya que lo enchufan a tope sin posibilidad de regularlo, pensamos que por medida de higiene, evitar olores y ahuyentar a los mosquitos (apenas hay mosquitos en este momento del ano)

Despertamos y disfrutamos del amanecer sobre los arrozales, viendo como poco a poco como dejabamos los monzones a medida que avanzabamos hacia el ansiado sur, mas alla de la zona desmilitarizada, mas alla de la frontera que fue escenario de la guerra de Vietnam.

Apenas posar el pie en Hue, sentimos el calor del tropico y un fuerte sol inundar la estacion con sus arboles en flor.

Hue es la antigua capital del imperio de la dinastia de los N'Guyen, una ciudad pequena que divide el rio del Perfume, un rio ancho y caudaloso. Por situarse cerca de la linea de division entre el Vietnam comunista de Ho Chi Minh y el Vietnam del Sur controlado por los americanos, Hue fue el escenario de violentas batallas, sitios y bombardeos. Aun asi y a pesar de los desastres que la martirazaron durante varias decadas, todavia se pueden visitar el Palacio Imperial y la ciudadela que lo rodeaba. No queda mucho que ver en la misma ciudad aunque conserva el trazado antiguo y algun pabellon restaurado. Nos sorprendio la dificultad con que nos manejabamos en la ciudad andando ya que realmente muy poca gente va caminando, todo el mundo va y viene en bicicleta o en moto sin dejar casi espacio para el peaton. Para mezclarnos a gusto y movernos tranquilamente alquilamos unas bicis esta manana y nos lanzamos a la calle . Es la mejor manera de explorar la ciudad y sus alrededores. El trafico es muy denso pero sin apenas coches. Solo basta empezar a pedalear y coger el ritmo de los demas que es continuo y fluido. Es como meterse en un videojuego con otros miles de jugadores a dos ruedas, el objetico es avanzar, llegar al sitio deseado y evitar los obstaculos. Mientras estas en la bici, la gente se pone a tu altura, te saluda, te habla, te sonrie y vas viendo el autentico paisaje humano de Vietnam. Tras los primeros dias de adaptacion, los vietnamitas se revelan cada vez mas amables y simpaticos. Fuimos a explorar los alrededores de Hue, como pretexto, nos marcamos como objetivo alguna de las tumbas imperiales que jalonan las orillas del Rio del Perfume. Cruzamos el rio con las bicis en una barcaza y nos metimos por caminos y pueblos disfrutando de un dia soleado y florido.



Las tumbas se encuentran algo alejadas de la ciudad y, al estar resguardadas del antiguo frente, se encuentran muy bien conservadas. Son inmensos complejos arbolados, con estanques y pabellones donde el emperador venia a pasar temporadas en vida disfrutando del lugar que le era destinado para la eternidad para escribir poemas y su autobiografia "critica" que luego se esculpiria en grandes estelas. Curiosamente el lugar destinado a albergar la autobiografia es el monumento principal del mausoleo, como si tuviera mas valor que el sepulcro en si que suele ser austero y solitario. Nos impresionaron mucho el diseno romantico de los jardines, el juego de las sombras, las transformacion del paisaje su reflejo en el estanque. Unos increibles bonsais decoran cada patio, viejos, bellisimos, tan vivos y longevos en aquellos lugares destinados a la muerte.
De vuelta a Hue, nos tomamos una cervezas cerca del rio, donde los jovenes vienen a charlar y fumar en un ambiente relajado, en el puente metalico que une las dos orillas, seguian circulando miles de bicicletas en ambos sentido inyectando de ritmo y de vida las arterias de la ciudad.













miércoles, 26 de diciembre de 2007

Bahia de Halong





Dias de Navidad en Vietnam. Festejamos la Nochebuena muy tranquilos, en un restaurante muy agradable, en un patio, degustando unos especialidades deliciosas regado con vino frances. Todo un lujo. Se sucedieron los platos entre risas y recuerdos.

El dia de Navidad, nos vinieron a buscar para llevarnos en minibus a la famosa Bahia de Halong, uno de los lugares de visita obligada en el norte de Vietnam. Al no haber muchas posibilidades de irnos por nuestra cuenta, tuvimos que contratar una excursion de dos dias con una noche en un barco. Como era de esperar, no eramos los unicos en querer hacer lo mismo ese mismo dia. En el puerto de embarque, entre una multitud de grupos, nos embarcamos en un "junco" con otras dieciseis personas. Todas las excursiones tienen mas o menos el mismo programa : comida y cena a bordo, camarotes decentes para dos personas y terrazas en cubierta. En esta epoca del ano no llueve pero hace algo de fresco, hay mucha humedad y otra vez nos acompanaba la niebla del mar meridional de China. Navegamos por la bahia, con sus esplendidos islotes que salpican caprichosamente el horizonte y sus selvas tropicales en miniatura. Es tal y como nos la imaginabamos y como habiamos visto miles de veces en postales y peliculas. Fueron dos dias de relajo, en silencio y envueltos por la atmosfera misteriosa y nebulosa. Estos tours tienen un punto claustrofobico y no estan tan bien organizados como lo quiseramos. Los guias no ayudan, tienen algo de industria turistica masificada que resta sentimiento a la navegacion por tan bello paisaje. Las largas horas a bordo terminaron por decidirnos en fijar nuestro rumbo hacia el sur. Necesitamos ya calor, sol y libertad de movimiento. Dentro de 3 horitas, nos cogemos un tren nocturno hacia Hue, la antigua capital del Imperio Viet, a mas o menos 700 kms de Hanoi.

En estas horas previas al tren, estamos encontrandonos de nuevo con una Hanoi vibrante, ruidosa, pero acogedora y balsamica despues de la Bahia de Halong. Los cuatro, ya nos manejamos perfectamente por estos lugares, nos hemos hecho fuertes y disfrutamos del autentico Vietnam a nuestro antojo.















lunes, 24 de diciembre de 2007

Hanoi (Feliz Navidad)


Hoy es Nochebuena y estamos en Hanoi, donde nos hemos encontrado ayer con Lidia y Patricia. Llegar a Hanoi es toda una experiencia y a solo un hora y veinte de avion de Kunming, el cambio es radical. Ya sabiamos por otros viajeros y por las guias que tenimos que tener muchos cuidado apenas posar el pie en la capital de Vietnam, que los timadores abundan y que no teniamos que fiarnos ni de nuestra sombra... Y asi ha sido... Se debe de notar en la mirada de los turistas que es la primera vez que pisan este pais y este es el momento en el que uno debe de estar mas alerta. A pesar de ello y de tomar las medidas mas adecuadas, no pasaron ni 20 minutos hasta que intentataran enganarnos. Vietnam no es un pais peligroso sino que hay mucha picaresca para intentar enganar al que acaba de llegar. Despues del control de pasaoportes, ya en el hall del aeropuerto, muchos chicos nos propusiern llevarnos en taxi, lo que rechazamos, por supuesto. Cambiamos dinero disretamente y nos fuimo a la parada de taxis oficiales, con choferes en unifore etc, etc. Apenas subir el conductor, un chico joven aparentemente serio nos pregunto de donde veniamos, si era nuestra primera vez en Hanoi... Contestamos lo menos posible... En la autopista que nos llevaba al centro de la ciudad, nos quedamos asombrados por la cantitad de gente esperando autobuses, las decenas de miles de motocicletas que iban y venian... Fue un shok brutal vieniendo de la prospera China. El taxista llamo a alguien por el movil y nos lo paso alegando que el no sabia hablar bien ingles y tuvimos que dar por telefono la direccion que teniamos preparada sin decir el nombre del hotel. Entrar en Hanoi, por el barrio antiguo, es entrar en un dedalo de calles repletas de gente, bicicletas, vespas, edificios coloniales decadentes, tiendas llenas de cachibaches, es como llegar a otra galaxia totalmente desconocida. Aprovechandose de nuestro logio depiste el taxista fingio llevarnos a la direccin correcta donde nos esperaba un amigo suyo que tenia un hotel con el nombre de la calle que habiamos dicho. Nos parecia un lugar horrible y no tenia nada que ver con las fotos que habiamos visto por internet. Nos negamos a bajar, nos dimos cuenta del truco y exigimos que nos llevara al lugar que queriamos. Hizo un ademan de no entender, que los nombres de las calles se parecan pero ante nuestro enfado y nuestra firmeza nos llevo. Al llegar en la pension que habiamos elegido, lo comentamos con otros viajeros a los que les haia pasado lo mismo, a nuestras amigas, tambien. Nos tranquilizo pero no sabiamos muy bien donde habiamos aterrizado.
Pasado el susto, la guesthouse es de una familia encantadora, en pleno centro pero silenciosa a pesar de estar en medio del bullicio. Hoy,encontramos un Hanoi muy distinto, lleno de imagenes, de vida, de comidas riquisimas, de gente amable, papa noeles, especias,templos, pagodas... Con Lidia y Patricia, nos hemos vuelto locos paseando, cruzando las calles abarrotadas de motocicletas cargadas de bartulos, comiendo sopas en los puestos callejeros... Un dia delicisoso disfrutando de esta ciudad increible que es Hanoi. Nos esta encantando. Ahora mismo, nos vamos a celebrar la Nochebuena en un restaurante con muy buena pinta donde brindaremos por todos nuestros seres queridos y amigos, pensando mucho en ellos alli en Madrid. Feliz Navidad a todos!!!






Hanoi

En un parque de Kunming (China)

viernes, 21 de diciembre de 2007

La montana Cangshan


Anoche bebimos nuestra primera botella de vino en 16 dias y comimos queso de yak frito. Unos misionarios franceses plantaron unas cepas hace dos siglos y se sigue produciendo vino en Yunnan. Es un vino aspero y fuerte pero fue un gustazo tomarse unas copas, uno puede prescindir de muchas cosas, pero el vino y el queso es algo que siempre se anora en algun momento. Al igual que en Lijiang, aqui en Dali, la gente se reune por la noche en alguna plaza poco iluminada y se pone a bailar al sonido de una flauta. Se reune gente de todo tipo, abuelas, ninos, jovenes, senores con la tipica gorra mao para formar todos un corro y bailar alegremente. Las primeras horas de la noche parecen ser muy importantes para los chinos, pasean, comen, las tiendas se quedan abiertas hasta bastante tarde. La gente trabaja de sol a sol, sin parar, en los campos, en las tiendas, los restaurantes y los quioscos de comida no cierran nunca durante el dia, las calles siempre estan ajetredas.

Siguiendo los consejos de la Guesthouse donde nos alojamos, subimos a la montana que domina Dali para hacer una caminata que recomiendan bastante. Normalmente se puede subir con un telesilla hasta media altura para seguir un camino de 12 kms hasta un teleferico al sur de la ciudad. El telesilla estaba en obras por lo que tuvimos que encontrar otra solucion. Una gente del pueblo nos propuso subir a caballo por un precio mas que razonable. Subimos las laderas empinadas por bosques de pino entre viejos cementerios. Aqui entierran a sus muertos en tumbas que jalonan la montana. No son cementerios sino pequenos mausoleos esparcidos entre los arboles. Aun quedaban bastoncillos de incienso en muchos y en vez de nuestra cruz, una estrella roja corona la lapida. Arriba, a unos 3000 m de altitud, un templo budista senala donde comienza el camino. Nos esperabamos encontrar un sendero pero no, el camino es una via ancha, totalmente pavimentada con grandes adquines que bordea a media altura la montana. Al opuesto de lo que pudimos ver en la Garganta del Salto del Tigre, esta obra es una maravilla. es un regalo para el caminante. Sin subidas ni bajadas, uno puede recorrer pausadamente los 12 kms del trayecto rodeado de naturaleza y dominando todo el valle. El clima de Yunnan es tropical pero la diferencia de altitud es tan pronunciada que los paisajes y la vegetacion son muy cambiantes. Este camino, una obra sutilmente integrada en la naturaleza, es uno de los mas bonitos regalos del hombre para el hombre. Se situa exactamente en la linea donde cambia la vegetacion. Abajo el verdor, arriba las rocas y los picos nevados. Hicimos gran parte del recorrido absolutamente solos, escuchando al viento meterse en el bosque, oliendo como subian los aromas de las plantas y oyendo el murmullo de los arroyos que descienden las laderas. Este sendero pasa por paisajes impresionantes, caniones estrechos y profundos alcantilados. Se necesita fuerza y ganas para hacerlo entero. No hay posibilidad de acortarlo, hay que ir hasta el final. A veces, te cruzas con guardias del Ejercito Rojo que velan por la seguridad de los paseantes y que aun trabajan en un sistema de tuberias anti-incendios que se extiende por todo el parque. Este camino es un monumento dedicado a la naturaleza, una penitencia en medio del bosque, algo sobrecogedor y que no hay que perderse bajo ningun concepto si se visita Dali. Para teminar las tres horas de paseo, un teleferico suspendido sobre un precipicio te espera para bajar hacia el valle. Las capsulas del teleferico bajan sobre tres o cuatro kilometros los 1500 metros de altura que separan el camino de la Ciudad de Dali en un viaje vertiginoso con el lago al fondo y bajo el inmenso cielo azul de Yunnan. Emocionados y conmocionados por la caminata, nos dimos un festin de Dumplings (empanadillas rellenas cocidas al vapor en cestas de juncos) en un taberna callejera donde perparan la masa artesanalmente delante de ti, debe de ser la que mas exito tiene ya que muchos vecinos vinieron a llevarse para casa decenas de ellos, aromaticos y humeantes. Recargados de energia, alquilamos dos bicis y nos fuimos para ver el aterdecer sobre el lago, pero tras cruzar pueblecitos y carreteras adoquinadas en medio de los campos verdes, nos pudimos llegar hasta la orilla, ya que todo el lago esta rodeado de cultivos ordenados y huertos. El sol estaba poniendose, asi que volvimos rapidamente.

Apuramos las ultimas horas en China, manana nos vamos en autobus a Kunming. Pensabamos ir despues a Hanoi en autobus nocturno (sleeper-bus) y tren, pero nos hubiera llevado al menos 36 horas de viaje. Haciendo cuentas y pensandolo bien, nos hemos comprado el billete de avion Kunming-Hanoi el 23 de diciembre, que llevabamos tantos dias preguntando por el precio en todas las agencias y miando en internet sin decidirnos a comprarlo. El precio habia bajado un poco y nos lanzamos. Nos quedan todavia muchos dias y queremos empezar el viaje en Vietnam en plena forma y llegar enteritos para Nochebuena. La proxima vez que escribamos sera desde alli.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Dali


Abajo el lago, arriba la montana y en medio : nosotros.
Dali es una encantadora ciudad fortificada descansando en un valle verde y fertil. Flanqueda por altas montanas boscosas y bajo un cielo limpio, Dali conserva su antiguo trazado sin apenas haber cambiado en siglos. Aqui, se intuye la Eterna Primavera con sus arboles en flor, la brisa suave y la sonrisa abierta de su gente. Lejos del bullicio de los turistas, Dali nos aparece como autentica, deliciosa y encantadora. A cuatro horas al sur de Lijiang, esta pequena joya se encuentra a orillas de un gran lago turquesa. Es un lugar lleno de paz y vida y no puede ser casualidad si aqui se erigieron, en el siglo IX, unas pagodas que debieron de elevar las plegarias hacia las alturas, hacia este cielo nitido de Yunnan . Estas extranas antenas, esos rascacielos con mas de 1200 anos son los testigos enigmaticos de un pasado que aun se puede vislumbrar en la mirada de los habitantes de esta region. Una de las mayores satisfacciones del viajero es poder sentir ese golpe, este calambre, esta sensacion unica y vibrante como pasear un dia de diciembre por aqui. Nos sentimos lejos, muy lejos pero sin embargo bajo un mismo cielo.

Anoche en la Plaza del Pueblo de Lijiang