viernes, 21 de diciembre de 2007

La montana Cangshan


Anoche bebimos nuestra primera botella de vino en 16 dias y comimos queso de yak frito. Unos misionarios franceses plantaron unas cepas hace dos siglos y se sigue produciendo vino en Yunnan. Es un vino aspero y fuerte pero fue un gustazo tomarse unas copas, uno puede prescindir de muchas cosas, pero el vino y el queso es algo que siempre se anora en algun momento. Al igual que en Lijiang, aqui en Dali, la gente se reune por la noche en alguna plaza poco iluminada y se pone a bailar al sonido de una flauta. Se reune gente de todo tipo, abuelas, ninos, jovenes, senores con la tipica gorra mao para formar todos un corro y bailar alegremente. Las primeras horas de la noche parecen ser muy importantes para los chinos, pasean, comen, las tiendas se quedan abiertas hasta bastante tarde. La gente trabaja de sol a sol, sin parar, en los campos, en las tiendas, los restaurantes y los quioscos de comida no cierran nunca durante el dia, las calles siempre estan ajetredas.

Siguiendo los consejos de la Guesthouse donde nos alojamos, subimos a la montana que domina Dali para hacer una caminata que recomiendan bastante. Normalmente se puede subir con un telesilla hasta media altura para seguir un camino de 12 kms hasta un teleferico al sur de la ciudad. El telesilla estaba en obras por lo que tuvimos que encontrar otra solucion. Una gente del pueblo nos propuso subir a caballo por un precio mas que razonable. Subimos las laderas empinadas por bosques de pino entre viejos cementerios. Aqui entierran a sus muertos en tumbas que jalonan la montana. No son cementerios sino pequenos mausoleos esparcidos entre los arboles. Aun quedaban bastoncillos de incienso en muchos y en vez de nuestra cruz, una estrella roja corona la lapida. Arriba, a unos 3000 m de altitud, un templo budista senala donde comienza el camino. Nos esperabamos encontrar un sendero pero no, el camino es una via ancha, totalmente pavimentada con grandes adquines que bordea a media altura la montana. Al opuesto de lo que pudimos ver en la Garganta del Salto del Tigre, esta obra es una maravilla. es un regalo para el caminante. Sin subidas ni bajadas, uno puede recorrer pausadamente los 12 kms del trayecto rodeado de naturaleza y dominando todo el valle. El clima de Yunnan es tropical pero la diferencia de altitud es tan pronunciada que los paisajes y la vegetacion son muy cambiantes. Este camino, una obra sutilmente integrada en la naturaleza, es uno de los mas bonitos regalos del hombre para el hombre. Se situa exactamente en la linea donde cambia la vegetacion. Abajo el verdor, arriba las rocas y los picos nevados. Hicimos gran parte del recorrido absolutamente solos, escuchando al viento meterse en el bosque, oliendo como subian los aromas de las plantas y oyendo el murmullo de los arroyos que descienden las laderas. Este sendero pasa por paisajes impresionantes, caniones estrechos y profundos alcantilados. Se necesita fuerza y ganas para hacerlo entero. No hay posibilidad de acortarlo, hay que ir hasta el final. A veces, te cruzas con guardias del Ejercito Rojo que velan por la seguridad de los paseantes y que aun trabajan en un sistema de tuberias anti-incendios que se extiende por todo el parque. Este camino es un monumento dedicado a la naturaleza, una penitencia en medio del bosque, algo sobrecogedor y que no hay que perderse bajo ningun concepto si se visita Dali. Para teminar las tres horas de paseo, un teleferico suspendido sobre un precipicio te espera para bajar hacia el valle. Las capsulas del teleferico bajan sobre tres o cuatro kilometros los 1500 metros de altura que separan el camino de la Ciudad de Dali en un viaje vertiginoso con el lago al fondo y bajo el inmenso cielo azul de Yunnan. Emocionados y conmocionados por la caminata, nos dimos un festin de Dumplings (empanadillas rellenas cocidas al vapor en cestas de juncos) en un taberna callejera donde perparan la masa artesanalmente delante de ti, debe de ser la que mas exito tiene ya que muchos vecinos vinieron a llevarse para casa decenas de ellos, aromaticos y humeantes. Recargados de energia, alquilamos dos bicis y nos fuimos para ver el aterdecer sobre el lago, pero tras cruzar pueblecitos y carreteras adoquinadas en medio de los campos verdes, nos pudimos llegar hasta la orilla, ya que todo el lago esta rodeado de cultivos ordenados y huertos. El sol estaba poniendose, asi que volvimos rapidamente.

Apuramos las ultimas horas en China, manana nos vamos en autobus a Kunming. Pensabamos ir despues a Hanoi en autobus nocturno (sleeper-bus) y tren, pero nos hubiera llevado al menos 36 horas de viaje. Haciendo cuentas y pensandolo bien, nos hemos comprado el billete de avion Kunming-Hanoi el 23 de diciembre, que llevabamos tantos dias preguntando por el precio en todas las agencias y miando en internet sin decidirnos a comprarlo. El precio habia bajado un poco y nos lanzamos. Nos quedan todavia muchos dias y queremos empezar el viaje en Vietnam en plena forma y llegar enteritos para Nochebuena. La proxima vez que escribamos sera desde alli.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Dali


Abajo el lago, arriba la montana y en medio : nosotros.
Dali es una encantadora ciudad fortificada descansando en un valle verde y fertil. Flanqueda por altas montanas boscosas y bajo un cielo limpio, Dali conserva su antiguo trazado sin apenas haber cambiado en siglos. Aqui, se intuye la Eterna Primavera con sus arboles en flor, la brisa suave y la sonrisa abierta de su gente. Lejos del bullicio de los turistas, Dali nos aparece como autentica, deliciosa y encantadora. A cuatro horas al sur de Lijiang, esta pequena joya se encuentra a orillas de un gran lago turquesa. Es un lugar lleno de paz y vida y no puede ser casualidad si aqui se erigieron, en el siglo IX, unas pagodas que debieron de elevar las plegarias hacia las alturas, hacia este cielo nitido de Yunnan . Estas extranas antenas, esos rascacielos con mas de 1200 anos son los testigos enigmaticos de un pasado que aun se puede vislumbrar en la mirada de los habitantes de esta region. Una de las mayores satisfacciones del viajero es poder sentir ese golpe, este calambre, esta sensacion unica y vibrante como pasear un dia de diciembre por aqui. Nos sentimos lejos, muy lejos pero sin embargo bajo un mismo cielo.

Anoche en la Plaza del Pueblo de Lijiang

miércoles, 19 de diciembre de 2007

La Garganta del Salto del Tigre


La excursion que habiamos contratado para hoy en una agencia local ha resultado ser toda una experiencia antropologica mas que de placer. Como ya hemos contado, Lijiang es una ciudad muy visitada pero casi exclusivamente por turistas chinos de todos los rincones del pais. Apenas seremos unos 15 guiris occidentales por aqui, todos con cara de alucinados. Desde el amanecer las calles se llenan por legiones de grupos y de parejas de recien casados maquina de foto ultimo modelo en mano. Hay centenares de tiendas de souvenirs algo atipicos : hierbas medicinales, raices, carne de yak ahumada bajo celofan, faldas multicolores, caramelos de gengibre, instrumentos de musica, pedruscos de tamano descomunal imposibles de llevar en una mochila, trajes regionales y un larguisimo etcetera de cosas que nunca te traerias. Es muy dificil encontrar una postal, ya que te venden paquetes de 25 o incluso encontrar alguna cosa que nos podrian apetecer como simplemente un yogur o una chocolatina que no sepa a carton. En este universo tan chino, nos nos quedo mas remedio que contratar la excursion a traves de una agencia china. Apenas tuvimos informacion ya que todos los folletos son en chino y nos lanzamos alegremente ya que queriamos ver la famosa garganta del Yangtze. (Una pequena rectificacion, en una entrada anterior, dijimos que el Rio Yangtzejiang era el Rio Amarillo, pues no, es otro, aunque este es el mas largo del pais con 6500 kms desde el Himalaya hasta el norte de Shanghai).

Muy pronto esta manana, fuimos delante del lugar donde nos habiancitado. Al principio, eramos unos 10, todos chinos, claro. Al llegar al autobus, ya eramos 50. Tuvimos que aguantar las explicaciones del guia, un ser muy raro, durante cerca de dos a todo volumen, en mandarin, claro! Ni una palabra en ingles para nosotros, ni siquiera para explicarnos cuanto tiempo nos quedabamos en las diferentes paradas. Una tibetana y su marido que habian vivido en Boston nos preguntaron que haciamos alli, que como nos habiamos podido meter en esta excursion sin saber una palabra de chino. Entre paradas sin sentido aparente para nosotros, visitas a megatiendas de brazaletes de jade, llegamos al cabo de cinco interminables horas a nuestro destino al ritmo de los ronquidos de medio autobus. Almorazmos con todos ellos, entre eructos, escupitajos, gargaras y masticaciones sonoras. Al parecer disfrutaron mucho de la comida. Nos miraban con suma extraneza, nosotros tambien. Por fin llegamos a nuestro destinos, las gargantas que unos viajeros ven en tres o cuatro de dias de marcha y que nosotros pudimos contemplar en dos horitas. Las autoridades chinas se han esmerado mucho en que el lugar sea por fin accesible para todos : volaron media montana, construyeron carreteras horrendas y unas cuantas areas de servicio ultra modernas estan al punto de terminarse. Para poder llegar al mismo corazon de las gargantas, se han gastado unos cuantos millones de yuanes en construir unas pasarela de hormigon con estupendos tuneles iluminados. Aun asi, el paisaje es vertiginoso, entre dos montanas de 5596 m y 5396m, el rio Yangtze se abre camino en unas profundas gargantas de una profundidad de 3900 m. Es muy dificil apreciar las dimensiones de este prodigio de la naturaleza ya que uno pocas veces tiene perspectiva suficiente para alcanzar todo ello con la vista. Ademas, la estructura recien construida resta mucho al encanto del lugar. Por lo menos donde nos quisieron llevar. Bien es cierto que nuestro sentido estetico es distinto ya que los chinos se pasan el tiempo haciendo fotos a las torres de electricidad, a los tuneles y a las grandes plataformas de estructura moderna. Hay un proyecto que pretende construir una gran presa cerrando la garganta y asi explotar los potenciales recursos hidroelectricos. Segun hemos leido, algunas voces ya se han levantado en contra de esta obra, por razones estrictamente ecologicas pero tambien porque se trata de una region altamente sismica. En 1997 un gran terremoto destruyo muchos pueblos y murieron centenares de personas. El otro dia, "Richard", el campesiono que nos llevo de paseo por el monte, nos dijo que hace apenas 20 dias se despertaron a las cuatro de la manana con un fuerte temblor.

Manana dejamos este lugar y nos vamos mas al sur, a Dali, comenzando nuestro decenso tranquilamente hacia Vietnam donde Patricia y Lidia deben de haber aterrizado desde Paris hoy mismo. tenemos muchas ganas de encontrarnos con ellas. Pensamos llegar justo para Nochebuena.


martes, 18 de diciembre de 2007

Baisha y el Estanque del Dragon Negro


Lijiang amanecio hoy con un cielo perfectamente azul y un sol potente que iluminaba toda la ciudad. Cogimos unas bicicletas y nos fuimos a Baishan, un pueblo a una hora de camino. Estabamos casi solos en carretera con la montana en frente, cada dia mas impresionante. En Baishan vimos un Palacio de la dinastia Quing, la dinastia manchu del ultimo emperador Pu Yi, que conserva unos frescos bastante bien conservados. Comimos en la casa de unos senores Naxi, el es caligrafo, escribe en su lengua con caracteres muy parecidos a los primeros jeroglificos egipcios. Segun hemos leido, es una escritura basada en pictogramas : dibujos de montana, hombres pescando, pajaros, conejos, rocas. La comida naxi es reconstituyente, con panes, tortitas, pasta casera y un poco picante, una comida calorica y sencilla para aguantar bien los rigores del clima. Intentamos alcanzar unos monestarios tibetanos sin conseguirlo ya que los caminos no estan indicados y los mapas son inutiles...
De vuelta a Lijiang, nos hicimos la foto obligada : el estanque de Dragon Negro. Es un parque muy bien cuidado, con la montana al fondo, un estanque de aguas transparentes que abastecen la ciudad, con peces rojos, puentes, pabellones ricamente decorados... Un remanso de paz y un decorado perfectamente pensado. En estos jardines, se supone que habita el espiritu del Shangri-la, el Hermano dios del Hombre que mora en las aguas del lago. Un mujer cantaba, solitaria, detras de un arbol con unos palos de incienso en la mano.


lunes, 17 de diciembre de 2007

Lijiang y los Naxis (Yunnan)


Tras un dia de autobuses, esperas, aeropuertos y un par de vuelos, llegamos esta manana a Lijiang, en los confines de China. Por fin estamos por encima de las nubes y las brumas. El cielo de Yunnan deja entrever un azul limpio, profundo y el sol es fuerte incluso ahora cada dia mas cerca del invierno.
Lijiang es una ciudad de ensueno, con razon ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Es un enjambre de calzadas empedradas, molinos de agua, palacetes escondidos en callejuelas, patios con balcones de madera decorados con bonsais y rocas... Llegamos muy temprano y tuvimos tiempo de elegir bien donde alojarnos aunque al principio nos perdimos por el laberinto de la ciudad antigua, nadie hablaba ni una SOLA palabra de ingles, estuvimos al punto de perder los nervios cargados con la mochila, los taxis (todas mujeres) que se negaban a llevarnos( con razon ya que la ciudad es totalmente peatonal y quedaba muy cerca de la estacion de autobuses) Al final, encontramos una habitacion, o mas bien una suite, con salon, camas anchas, calefaccion, un buen bano y todo ello en una casa senorial, con un canal que la atraviesa, viejos arboles en macetas y balcones de madera labradas por tan solo 100 yuanes (10 euros) por estar en temporada baja. (Lijiangyuann Hotel, a dos pasos del la residencia Mu)
Lijiang se situa al final de un valle rodeado por altas montanas verdes, a 2500 m d altitud y al pie de un pico de mas de 5500 m, con nieves eternas : La Montana Nevada del Dragon de Jade.
Euforicos, nos lanzamos a la calle para organizarnos los proximos dias : bici, una excursion a la Garganta del Salto del Tigre.
Lijiang no es una ciudad Han (la etnia mayoritaria de China) sino Naxi, un pueblo muy relacionado con el vecino Tibet, busdista y muy peculiar. La minoria Naxi era una sociedad matriarcal hasta la llegada del Socialismo Chino. Las matriarcas Naxi ejercian su control sobre los hombres. No se casaban, sino que los hombres, como autenticos amantes, las visitaban de noche para dormir con ellas. Se encargaban de los ninos que vivian con sus madres y la paternidad era algo sucundario. Todavia, se puede ver por las calles a fornidas mujeres llevar a cabo tareas propias de hombres y su presencia es muy fuerte y muy visible. Son ellas las que atienden en los comercios, conducen los taxis, cargan con la comida, se ocupan de los ninos y parecen dirigir esta pequena ciudad. Muchas de ellas siguen ataviadas con sus trajes tipicos aunque han adoptado el tan caracteristico gorro maoista, un atuendo masculino.
Paseando por la calle, nos abordaron una pareja muy graciosa de campesionos Naxis, llamados Richard (un nombre que el mismo se ha puesto) y su companera de negocios (y tambien mujer) la energica Li. Eran los unicos que hablaban en ingles fluido. Tenian tarjetas de visita y nos propusieron un dia con ellos para visitar los pueblos Yi (otra etnia) y Naxi en la montana. Nos vendieron una cosa fuera de los circuitos habituales, una toma de contacto real con la zona y disfrutar de los paisajes. Bueno, tras pensarnoslo un ratito y como no teniamos nada mejor que hacer, accedimos. Los dos, ella fuerte y robusta, el mas fragil y un poco tarado, nos montaron en una furgoneta con un chico (el chofer) de rasgos extranisimos. Al poco de salir de la ciudad, no sabiamos si habiamos hecho bien en embarcarnos con esos tres. Hablaban muy fuerte, cosas que nos parecian sin sentido pero muy alegres. Nos pararon a comer en medio de la carretera para probar el jamon de cerdo local que hace la familia de ella y tardaron un monton en empezar realmente el tour que nos habian prometido. A todo eso, hay que resenar que no habiamos pagado nada (aunque si habiamos negociado un precio) y no llevabamos nada de valor, asi que ibamos relativamente tranquilos. Subimos con el coche una carretra sinuosa por la montana hasta llegar a una aldea donde comenzaria el paseo. Ya llevabamos un buen trote encima y estabamos algo cansados. Al poco de empezar la caminata, nos entro un buen raye... Nos parecia todo horrible, el Richard parecia no conocer bien el camino, hablaba cantando y muy alegre entre matorrales y un bosque de pinos. Queriamos acabar pero aguantamos un poco mas para llegar a lo alto de un monte. Nos sofocabamos, teniamos cada vez mas dificultad en respirar, era como si nos faltara el oxigeno. No hacia frio. Al punto de desistir y pedirle a gritos que nos bajara de esta maldita montana, llegamos a la cumbre y tras unas rocas... magia! Volvimos a la vida! A nuestros pies, 2000 metros mas abajo, vimos como el rio Yangtse (el rio amarillo, el mitico Yan tse Kiang) se abria camino por un majestuoso valle. Estabamos ya a casi 3200 m de altitud. El espectaculo era para caerse de rodillas. Por encima, casi podiamos tocar las cumbres blancas del Pico Nevado del Dragon de Jade, ultima frontera antes de la meseta tibetana. Maravilloso. Bajamos mucho mas alegres, conversando ya con nuestro amable y loco guia. Nos cruzamos con unas mujeres Yi que cortaban lena con sus atuendos de colores y sus alhajas. Esta minoria que vive en lo alto de la montana no se mezcla con los demas. Llegamos agotados a Lijiang y nos tomamos una buena ducha caliente antes de escribir estas lineas y probar ahora alguno de los innumerables restaurantes a la luz de farolillos rojos.