El auntentico viaje, el que queriamos acaba de comenzar. Muy pronto esta manana, he mos cogido un tren que nos ha llevado a Guangzhou (Canton), tras pasar los controles de pasaporte, un tramite muy facil, aparte de los perros que olieron nuestras maletas, pasar delante de unas salas de cuarentena donde te llevarian si rellenas en la hoja que tienes fiebre y que has tenido contacto con aves de corral (mejor decir que no, claro!) y ensenar el visado etc. Llegamos a la estacion de Este de Guangzhou, nos atrevimos a subir en el metro con todos los bartulos hacia la isla de Samian en medio de la ciudad. Los billetes de metro son unas fichas que pagas por estaciones recorridas, los trenes no tienen conductor, es todo automatico e impresionantemente rapido y eficaz.
Al salir de la estacion nos encontramos con unas gigantescas obras, como el enterramiento de cincuenta M30 a la vez, en medio de un caos de trafico, camiones, torres sin terminar... El pequeno mapa no nos indicaba mucho por donde ir y nos equivocamos de camino adentrandonos en un barrio de callejones, callejuelas, chatarrerias y gente trabajando, bicicletas, motocicletas, sospechando que ibamos mal pedimos ayuda preguntando y muy amabablemente nos redirigieron hacia donde queriamos ir a pasar unas horas antes de coger un taxi hacia el aeropuerto. La isla de Shamian es una antigua concesion para el comercio con los extranjeros tras la Guerra del Opio a finales del siglo XIX. Son cuatro calles bordeadas por el rio de las Perlas con edificios coloniales, parques, jardines y occidentales paseando a sus ninos recien adoptados. Las leyes chinas les obliga a permanecer un mes en la ciudad antes de llevarselos. Como muchas veces en viajes anteriores, aparecio un angel : una madrilena que vive en Palma que estaba en Canton para unos negocios; se dirigio directamente a nosotros en espanol por si estabamos buscando un hotel sin siquiera oirnos hablar... nuestras pintas, segun ella, nos delataban. Nos dio consejos, hablamos de viajes, es una experta mochilera que ha recorrido el mundo y comimos en un sitio muy agradable, en terraza (Lucy's), a orrillas del rio.
En Canton no habia mucho mas que hacer y teniamos un vuelo previsto para Guillin. Cogimos un taxi, 10 euros para 35 kms, atravesando nudos y nudos de autopistas sobre varios niveles, con cinco carriles, y nosotros boquiabiertos ante la inmensidad de la ciudad. En realidad desde que salimos de Hong Kong en tren es una consecucion de edificios y ciudades. En la provincia de Guangdong vieven cerca de 76 millones de personas... y se nota. Como no, el aeropuerto de Guangzhou (Baiyun Intl Airport) es otra de estas moles de cristal y marmol de tamano faraonico.
Con precision china, salio el avion a su hora y en 40 minutos aterrizamos en guillin, en 5 minutos salian las maletas y la oficina de Turismo China nos informo de la manera mas economica de llegar al centro donde tenemos el hotel.
Guillin es un pueblecito de un millon y medio de habitantes, en la China Interior (provincia de Guangxi) famoso por sus paisajes a orillas del Rio li.
Estamos totalmente apabullados, es una ciudad que rebosa alegria, con espectaculos de Opera china por las calles, macrotiendas de tecnologia, restaurantes tradicionales, kioscos a centenares, neones, templos iluminados en un lago artificial, salones de internet del tamano de una planta del corte ingles... y ningun occidental a la vista.
El hotel Jing Xiu donde nos alojamos lo hemos reservado a traves de : www.elong.com (ver enlaces). Para quien quiera viajar por China, es el mejor descubrimiento que hemos hecho. Te negocian hoteles estupendos a menos de la mitad de precio, vuelos hasta el 60 % de descuento. Nos esta saliendo baratisimo... China, de todas formas, parece muy asequible. Manana por la manana nos vamos a Yangshuo, un pueblo (de tan solo 300 000 habitantes, una aldea, vamos...) para descansar y descubrir la zona y sus paisajes. A Guillin tendremos que volver a finales de la semana para coger otro vuelo hacia Yunnan.
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